LOS
ANGELES-(UC)—
Un estudio reciente indica que la salud de 21 millones de niños en los EE.UU.
está en peligro por efectos del humo de tabaco en sus hogares. Estudios
anteriores habían encontrado una conexión entre el humo de fumadores y un
aumento en las tasas infantiles de bronquitis, asma, infecciones del oído,
ausencias escolares y el síndrome de muerte infantil repentina.
“A
pesar de que los niños pueden estar protegidos del humo de tabaco en muchos
lugares públicos, en el hogar peligra su salud cuando están expuestos al humo
del cigarrillo”, precisa el Dr. Mark Schuster, director del Centro UCLA/RAND
para el Fomento de la Salud de los Adolescentes.
Los
investigadores encontraron que las probabilidades de que los niños sean
“fumadores pasivos” aumentan si son de raza blanca, si viven en hogares con
ingresos y educación limitados,
si
en el hogar falta uno o ambos padres o si viven en el sur de los EE.UU. El humo
al que pueden
estar expuestos no solo proviene de sus padres, sino también de personas que visitan el hogar semanalmente, como sucede en 6% de los hogares donde ningún miembro de la familia fuma.
“Los padres que fuman necesitan prestar atención no sólo al humo al que exponen a sus hijos sino también cuando alguien que los visita enciende un cigarrillo”, precisa Schuster. “No importa de donde provenga el humo, de todas formas va a parar a los pulmones de los niños”.