SAN JOAQUIN-(UC)— El aumento de peso durante los festejos de fin de año es
tan común en esta época como las golosinas. Al paso de los años, esos kilos
demás pueden acumularse y ser uno de los principales contribuyentes a la
obesidad y enfermedades crónicas. Pero con una buena estrategia, toda la familia
puede disfrutar en grande y reducir su consumo de calorías decembrinas.
“Las fiestas
de fin de año deberían significar disfrutar de momentos especiales con
familiares y amistades”, apunta Anna Martin, consejera en nutrición y asuntos de
la familia y del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de
California. “Pero, con demasiada frecuencia, un aspecto de las fiestas triunfa
por sobre todos los demás: la comida, y ¡la hay por doquier! Sin embargo, a
pesar de todas las tentaciones, es posible sobrevivir la temporada decembrina
sin subir de peso”, precisa.
¡Escoja
calidad, no cantidad!
“Hay dos tipos
de alimentos: aquellos que valen la pena todas sus calorías y los que se
encuentran presentes principalmente para decorar”, opina Martin. Ella recomienda
que, al sentir ganas de comer algo, se detenga y piense si vale la pena comerlo,
y considere la diferencia entre alguna receta familiar muy especial y los dulces
y golosinas comunes. Martin cita a una de sus colegas, Heidi Skolnik, M.S.,
dietista y nutrióloga certificada, quien sugiere: “En una fiesta, trate de
enterarse primero de los alimentos que hay disponibles. Si quiere comer el
bocadillo con más grasa, hágalo, pero deje luego a un lado los antojitos y
platillos que realmente ni le gustan ni disfruta”.
Evite que la comida sea la atracción principal
Si la comida
es para usted parte principal de las fiestas, probablemente sus hijos tendrán el
mismo punto de vista. Ayúdeles a romper ese hábito desde pequeños, enfatizando
los aspectos espirituales y sociales de las celebraciones de fin de año. Dígales
que el tiempo invertido con familiares y amistades es más importante que la
oportunidad de comer las golosinas típicas de la época. Trate de evitar regalar
dulces y postres. Comparta tiempo con sus hijos en actividades que no estén
relacionadas a la comida. No es necesario dejar de hacer las tradicionales
galletas de la época, pero asegúrese que sus hijos participen también en otras
actividades relacionadas a los festejos.
¡Vístase para
triunfar!
Es
mucho más fácil evitar comer en exceso cuando se siente el ligero apretón en la
cintura de un traje o pantalón ajustado. Y tal vez recuerde la sensación de
salir camino a una fiesta con un fabuloso vestido que le queda tan bien que con
gusto hace caso omiso de platillos llenos de grasa y azúcar con tal de poder
volvérselo a poner. Ambas son buenas técnicas, y la época decembrina es la mejor
para ponerlas en práctica.
Prepare
menús saludables
Si
tiene invitados, no tiene que servir platillos con un contenido alto de
calorías. A pesar de que las mesas decembrinas suelen estar llenas de flan,
galletas y pasteles, le sorprenderá lo agradecidos que estarán sus comensales si
les sirve algo más ligero. Resultan sabrosas las verduras crudas como zanahoria,
brócoli y rábanos con una salsa con poca grasa para remojarlos. En vez de servir
ponche, considere el té con especias o jugo mezclado con agua gaseosa; ambos
contienen menos azúcar. Asegúrese además de tener suficientes bebidas sin
alcohol. El agua mineral o de soda sin sabor o el agua fría con una tajada de
limón son alternativas buenas. Claro está que puede servir algunas delicias
tradicionales de la época, pero no sienta obligada a que el platillo principal
tenga mucha grasa o calorías. Intente servir platillos más saludables y tal vez
descubra que puede ahorrar tiempo en la preparación.
Ponga en práctica estas sencillas recomendaciones y disfrute de las fiestas sin descuidar su peso.