SAN JOSÉ (UC)- Enseñar a comer mejor con menos dinero y a integrar la actividad física en la rutina diaria para gozar de una vida sana son la meta del programa de educación de nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. Esos principios se inculcaron recientemente a un grupo de mujeres y sus hijos en una casa de rehabilitación del área de la Bahía de San Francisco.
El objetivo fue enseñarlas a hacer rendir su dinero en la compra de alimentos “escogiendo alimentos lo más saludable posible, y que estos alimentos les rindieran hasta el final del mes. Además, a incrementar la actividad física en su estilo de vida, y a cocinar todos estos alimentos que compraron de la manera más saludable”, explicó Carmen Simmons, educadora de nutrición de la UC en el condado de Santa Clara.
En las clases impartidas en la Casa en la Colina/Parisi, que alberga a mujeres afectadas por la drogadicción y el alcoholismo, se pusieron en práctica los conceptos del programa de educación de nutrición de la UC; también se entrenaron a los maestros de los hijos de esas mujeres en ese centro de rehabilitación en el tema.
“Fue una experiencia realmente muy bonita porque el entrenar a los padres, y al mismo tiempo, entrenar a los niños, los ayuda a caminar de la mano, a apoyarse los unos a los otros”, explicó Simmons.
Ella dice haber visto cambios positivos en la manera en que las mujeres usaron el dinero que reciben del programa estatal CalFresh, anteriormente conocido como estampillas de comida, para alimentarse y alimentar a sus hijos.
“Con ese dinero, ellas compran su propia comida; ellas cocinan y alimentan a los niños. Las ayudamos a hacer rendir el dinero, a comprar mejores alimentos, de más calidad a nivel nutricional”, explicó la educadora de la UC. “Y también a que ellas aprendan a cocinar y a diseñar menús donde utilicen más comida fresca, por ejemplo, frutas y vegetales y menos comidas procesadas”.
Esos principios se enseñan de manera regular en las clases que Extensión Cooperativa imparte gratuitamente a familias de bajos ingresos a través de sus oficinas, en casi todos los condados del estado. La meta es ayudarlas no solo a hacer rendir más su dinero sino a protegerse de enfermedades a causa de una mala alimentación, incluida la diabetes.
“Yo pienso que es importante que la gente se informe de las alternativas que existen, a nivel educacional, sobre la materia de nutrición”, indica Simmons. “La Universidad de California, la Extensión Cooperativa, trabaja con las comunidades, con los padres y también con los maestros en las escuelas ofreciendo clases y materiales de nutrición completamente gratuitos”.
En la primera semana, las clases en la casa de rehabilitación se enfocaron en la nutrición en general: cómo identificar, seleccionar alimentos sanos y frescos en vez de procesados y la importancia de consumir una dieta balanceada y porciones adecuadas.
La segunda semana se enfocó en los principios básicos de un presupuesto familiar: crear un plan de gastos y seleccionar alimentos más baratos, sin sacrificar la nutrición, y planear las comidas para aprovecharlas al máximo sin desperdiciar alimentos.
En la tercera semana se enfatizaron los beneficios de la actividad física, con actividades divertidas como bailar y clases de jardinería. Las dos últimas horas se enfocaron en la importancia de cocinar comidas sanas. Se recalcaron los beneficios de incluir una variedad de frutas y verduras y otros alimentos frescos, en comparación con los alimentos procesados.
“Las clases fueron mayormente interactivas, para que ellas supieran aplicar lo que aprendieron”, dijo Simmons acerca de las mujeres en el centro de rehabilitación en el que permanecen por un período de seis meses. “Realmente, me encantó ser parte de este proyecto, de haber podido colaborar de alguna manera en el mejoramiento de sus dietas y de poner a los niños y a las madres a trabajar juntos hacia la misma meta: su salud”.
Las clases en la casa de rehabilitación son una muestra más de los esfuerzos de Simmons y su colega Elaine Taylor para enseñar al mayor número posible de californianos a vivir mejor, implementando cambios sanos en sus vidas.
“Si la gente tomara ventaja de nuestras clases, eso haría una gran diferencia porque la información es la que va a conllevar a los cambios”, afirmó Simmons. “Si nosotros tomáramos la decisión, hoy en día, de educarnos en la materia, formar buenos hábitos en nuestros hijos y de, nosotros, dar el ejemplo a través de una buena alimentación, definitivamente mejoraríamos nuestra calidad de vida”.
Las personas interesadas en participar en clases de nutrición pueden comunicarse con la oficina de Extensión Cooperativa de la UC en su condado, (http://ucanr.edu/oficinas).