Los participantes del estudio piloto, publicado en el diario California Agriculture, reportaron haber doblado el consumo de verduras al nivel de porciones diarias recomendadas por las Pautas Alimentarias para los estadounidenses. Las comidas ricas en frutas y verduras son más bajas en calorías y contienen más fibra y forman parte de una dieta saludable.
Aproximadamente un 13.5 por ciento de los hogares de California se enfrentan a la inseguridad alimentaria de una reducción en la calidad y variedad o preferencia en la alimentación y en algunos casos, de un consumo reducido de alimentos; de acuerdo con el estudio publicado en el 2014 por el Economic Research Service 2014 del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
A pesar de que el Valle del Silicón es una de las áreas más ricas del estado, algunas partes del condado de Santa Clara cuentan con “desiertos alimentarios”, vecindarios de bajos recursos que no cuentan con supermercados bien surtidos de frutas y verduras a precios asequibles. Incluso en los vecindarios con tiendas de abarrotes, los residentes podrían tener menos dinero para gastar en alimentos después de pagar el creciente costo de la vivienda.
“El uso de huertos contribuye sustanciosamente al consumo de verduras sin importar el origen socioeconómico o la experiencia previa sobre jardinería”, dijo Lucy Diekmann, la coautora del estudio y una investigadora postdoctorado del Instituto de Alimentos y Agroindustria de la Universidad de Santa Clara.
Extensión Cooperativa de la UC realizó una encuesta entre 85 propietarios de huertos comunitarios y 50 huertos caseros en San José. Los jardineros entrevistados eran por lo general personas de bajos recursos y provenientes de una variedad de orígenes étnicos y niveles educativos. La encuesta estuvo disponible en inglés, español y chino.
Los dueños de huertos caseros se ahorraron un promedio de 92 dólares por mes y los que cultivaban sus verduras en huertos comunitarios 84 dólares por mes.
Varios programas en California, incluyendo Sacred Heart Community Services' La Mesa Verde, ayudan a familias de bajos recursos a establecer sus propios hurtos. Como parte del Programa de Asistencia Suplementaria de Nutrición del 2013, conocido por su siglas en inglés como SNAP, lo beneficios pueden ser también usados por las familias de bajos recursos para comprar semillas y plantas para que puedan cultivar sus propias frutas y verduras.
Una jardinera del programa de La Mesa Verde dijo a los investigadores que sin los ahorros y acceso a verduras cultivadas en casa, ella hubiera batallado el año anterior. Su huerto suplementó significativamente su alimentación.
Una variedad más amplia de frutas y verduras frescas
Los tomates, chiles, tomates cherry, maíz y pepinos fueron los productos más comunes cultivados en los huertos comunitarios. A las familias de La Mesa Verde se les entregaron semillas y plantas para cultivar tomates, chiles, frijoles, calabazas zucchini, rábanos, pepinos y berenjenas.
Algunos otros productos culturalmente preferidos también lo cultivan los residentes diversamente étnicos de San José tanto en huertos comunitarios como caseros. Cultivaron chayotes, melón amargo, bayas goji, tomates verdes, habas, okra, col berza y varias verduras asiáticas, como la col china y mostazas.
“Cuando cultivan y comen estos alimentos, los jardineros se mantienen conectados a la familia o tradiciones culturales”, escribieron los autores. “Asimismo, tienen acceso a los alimentos que desean y que no están disponibles o son percibidos como muy caros o de poca calidad en las tiendas locales”.
Los jardineros de ambos grupos regalan el exceso de frutas y verduras a sus amigos y familiares.
Para el estudio, los autores colaboraron con el Departamento de Servicios de Recreación y Vecindarios de San José el cual administra el Programa de Huertos Comunitarios. La ciudad opera 18 huertos comunitarios que sirvan a más de 900 jardineros y ocupan 35 acres en San José, y la demanda por más espacio para huertos sigue creciendo.
“Uno de los retos al iniciar un huerto, particularmente para jardineros de bajos ingresos, es la falta de espacio adecuado”, dijo Diekmann. “Los jardineros de La Mesa Verde están propugnando para que San José adopte Zonas para Incentivar la Agricultura Urbana para que más residentes de esta ciudad puedan tener un espacio para huertos”.
El estudio fue llevado a cabo por Susan Algert, asesora emérita de Extensión Cooperativa de la UC; Leslie Gray de la Universidad de Santa Clara; Marian Renvall, del Departamento de Medicina de UC San Diego y Diekmann, cuya participación en este estudio fue financiada por una beca para postdoctorado de la Iniciativa para la Investigación de Alimentos de NIFA del USDA.
Si desea leer el reporte completo en California Agriculture, visite http://ow.ly/wfWX300Dbzj.